Estudou nun colexio do Opus Dei. Ingresárono de urxencias cunha anxina de peito vestido de Spiderman. É un dos actores máis coñecidos do país. Un cómico politicamente incorrecto. De lonxe é macarra, punky, transgresor. Koruño. Máis preto é sensible, sincero, filósofo. En si mesmas, por separado, ningunha destas cousas define a David Perdomo. Pero todas xuntas só podían ser el. David Perdomo é tribo.
Empecemos polo principio. Os teus mestres aínda se deben estar preguntando que fixeron mal…
(Risas) Ya sabemos la doble moral que emplea esta gente del Opus Dei, que dice una cosa y después realmente está pensando otra. A mí me mandaban los profesores salir a imitarlos a la pizarra, para putearlos sin que ellos se diesen cuenta. Al más macarra le estaban dando esa moneda de “sal aquí, dime mis defectos y nos reímos todos”. Eso hizo en mí un efecto con el que ellos no contaban. No sé si pensarán que lo han hecho mal, o en el fondo se estarán reconcomiendo, diciendo “al final el chaval va a ser que tenía razón”. Porque yo con 14 años ya tenía claro que quería ser otra cosa, no sé si actor, o cantante de un grupo de música, pero tenía claro que no quería ser lo que ellos querían que fuésemos. Va a ser maravilloso cuando lean esto.
Que cres que querían que fosedes? Como era aquela educación?
Creo que ni ellos sabían lo que buscaban para nosotros. Actuaban por inercia. Ahora tengo 40 años, tenía seis cuando entré en Peñarredonda. Era 1985, hacía diez años que se había acabado el franquismo y llevábamos ocho de democracia. Ese tiempo, visto con distancia, no es nada. Y creo que esa gente todavía venía de allí, educaban aborregando a los alumnos llevándolos a su redil. Era una educación elitista, vinculada con el Opus Dei, que yo creo que es una de las peores lacras que ha habido; para mí es una secta más. No sé qué pretendían, me imagino que el dinero, como todos, no creo que buscasen brillo en nadie. Me imagino que buscaban poder y tener más acólitos en la secta. A lo mejor, cuando lean esto se echan las manos a la cabeza, porque nunca lo he dicho abiertamente, pero yo creo que está en el imaginario colectivo, una de estas cosas tácitas que nadie dice. ¿Qué consiguieron? Pues en mi caso forjar una personalidad que a lo mejor de otra manera no hubiera tenido. Así que lo agradezco, porque si hubiese ido a otro lugar y no hubiese tenido un estímulo tan fuerte enfrente, quizás no me hubiesen interesado las cosas que me interesan.
Estudar sen nenas, como pode afectar ao carácter e á formación dun neno, segundo a túa experiencia?
Yo te diría que muchísimo. No tuve más referentes femeninos que mi madre y mi hermana pequeña. Mis primeros contactos con chicas fueron con 14 años, antes de eso no tenía ni primas con las que descubrir cómo era el sexo opuesto. Peñarredonda y Montespiño eran colegios masculino y femenino, respectivamente, y yo creo que pasa como en el talego: siempre acaba habiendo una chica (risas). Yo tenía compañeros amanerados, no sé si nacieron o se hicieron por el camino, pero es como necesario que exista esto. Yo recuerdo que cuando conocí a las primeras chicas pensé “coño, ésta es como Miguel”, “aquélla es como Pablo”, es decir, ya existía esa figura dentro del caos; alguien acababa adoptando ese rol que no teníamos. En mi caso afectó despertando mi interés en averiguar cómo interactuar. No era de tirar del pelo o escupir, sino de preguntar, interesarme y observar cuando tenía una chica delante. Desde luego, me parece un error manifiesto que las niñas y los niños estén separados. Huelga decir que eso es ridículo, la separación entre nosotros y el desconocimiento no puede ser bueno. La naturaleza nos necesita a todos, como en el talego. También estaba la señora Pilar, que era la señora que limpiaba los baños y era como la abuela de todos. Entraba cuando estábamos cinco adolescentes midiéndonos los rabos y ella entraba y no había problema. Todos esos roles estaban ahí ubicados.


Aos 14 xa estabas nunha banda de punk cos de COU. Había algo de profecía anunciada?
(Risas) Era una época sin internet, donde todo era analógico y no podías buscar las siete bandas de punk más relevantes, pero yo tuve la grandísima suerte de tener un primo que es el gran artista de mi familia, un tipo excepcional, un genio. Sus pinturas son impresionantes. Se fue a estudiar a Londres, de éstos que nacen uno entre un millón, lo que pasa es que no quiso seguir dedicándose a eso. Tenía muchísimos intereses, entre ellos el punk. Cuando él tenía 12, yo tenía 10 y me dio carta para escuchar cosas a las que un niño de diez años de entonces no tendría acceso, como el punk o el metal. Mi padre me introdujo en el rock&roll, me descubrió a The Beach Boys o The Shadows, y por eso yo a los 12 años estaba más interesado en eso que en jugar al fútbol. A los 14 les comí la cabeza a unos chavales de COU que hacían versiones de Los Suaves, hasta que me dejaron participar. Fue mi primera banda de punk.
Yo no quería hacer comedia, me encontré con ella. Y estoy muy contento, pero no era lo que quería. Está claro que no era un plan
Que pasou despois da escola, cal era o plan?
Como todo en mi vida, no había plan. Nunca lo tuve claro. Me quedaron dos asignaturas y mi padre me preguntó “¿qué quieres hacer?”. Yo tenía una banda de metal, hubo un tiempo en que pensé que quería hacer Criminología, pero no sabía. Mi padre era mayorista de joyería y acabé haciendo de orfebre durante dos años, aprendiendo a trabajar con oro, haciendo anillos… una cosa que no iba conmigo, tenía que estar muchas horas sentado. Entonces choqué con un compañero que estaba recibiendo clases de interpretación, una cosa nueva que estaba haciendo Manuel Lourenzo. Yo tenía 19 años y me apunté. Y ahí encontré la primera generación de actores con algo de formación académica. Los jóvenes de ahora ya están formados en la ESAD, ya tienen una formación superior. Pero en los 80 y los 90 era gente que venía de los locales de ensayo. Manquiña venía del rock&roll, o de los grupos de teatro más clásicos de Galicia, pero no había una formación académica. Y nosotros, los de los 2000 ya teníamos una formación, por pequeña que fuera, con Manuel Lourenzo, con Santi Fernández, gente del mundo gallego de la interpretación que en aquel momento eran los pioneros de la formación dramática. Y eso fue todo. Pero no había un plan. Creo que hay muchos problemas por hacer planes. Creo que es un error porque lo primero que hace la vida es tumbártelos. Tienes que tener muy claro quién eres para tomar un camino definido. Yo no quería hacer comedia, me encontré con ella. Y estoy muy contento, pero no era lo que quería. Está claro que no era un plan.

Ese traballo de orfebre foi o único traballo “normal” que tiveches?
Fui camarero una vez en el bar de un amigo, pero mira como fue, que me pidieron un whisky y le puse limón. Nunca más. No sé ni hacer una copa. Soy inútil, soy un inútil con las manos. No sé construir nada. No sabemos nadie y esta pandemia lo ha demostrado. No sé cazar, no sé construir una casa, no sé cultivar, sé tocar un tecladito y contar chistes, pero nada más. Y eso se extrapola a mi vida; puedo contarte un chiste bueno, pero en casa no soy nada manitas, no soy bueno trabajando. Quiero pensar que soy bueno pensando. Nunca me planteé un trabajo estándar, pero porque siempre pensé que era inútil para hacer un oficio “normal”. Así que no te queda más remedio que buscar alternativas.
Convídote a lixar mobles no meu garaxe cando queiras…
Ahora que lo dices, me estoy planteando pintar. Pero sigue siendo artístico, no es mecánico, hay que pensar. Creo que ese es un error muy común, creo que mucha gente ocupa papeles que no tiene que ocupar. Se lo escuché a Jim Carrey el otro día, cuando decía que la gente que sufre una depresión es porque está interpretando un papel en la vida que no le corresponde. Mucha gente está en un personaje que le tensa, que le quita la energía. Cuando estás en un personaje correcto es la armonía. Por muchas putadas que te pasen vas a tener un escudo muy potente, que eres tú mismo. Yo, por suerte o por desgracia, me he escuchado desde muy pequeño. Siempre he tenido una conexión muy potente conmigo mismo. Desde muy joven me he hecho mi mundo interior. Nunca me interesaron mis compañeros los populares, me interesaba el freak de la última fila al que no le hablaba nadie y que dibujaba de puta madre. Nunca me interesó ser un número uno de los deportes, que lo pude haber sido, pero era un vago. Yo corría que flipas, en artes marciales era una mala bestia, en 1º de BUP era el más ágil del colegio, por encima de los de COU. Es decir, la vida siempre me puso delante cosas en las que podía destacar. Pero mi coco hacía que me interesase más por otras cosas.
La gente se pone un traje y una corbata y se compra un BMW a costa de endeudarse para toda su puta vida y se cree que eso es triunfar. Yo me he ganado la vida gracias a interpretar a un quinqui
Cousas nas que é especialmente difícil triunfar. Non temías o fracaso?
Es complicado ponerse el espejo ante uno mismo. Yo agradezo haber hecho clown, que es mucho más que ponerse una nariz roja. Es una conversación contigo mismo. Es conocerte a ti mismo profundamente y aprender a asumir el fracaso. La vida es fracasar constantemente. La gente se pone un traje y una corbata y se compra un BMW a costa de endeudarse para toda su puta vida y se cree que eso es triunfar. Yo me he ganado la vida gracias a interpretar a un quinqui. Creo que hay mucho aprendizaje ahí. Que los que hemos conseguido ser felices, o cierto grado de armonía, solo podemos ser agradecidos e intentar ayudar a los demás. Tengo muchos amigos estancados, que llevan años en el mismo lugar, en el mismo capítulo del libro. Todo el rato. Me dan ganas de decirles “no es por ahí; porque lleves 20 años en el mismo sitio no quiere decir que sea lo correcto, es interesante cambiar”. Esta pandemia está teniendo cosas muy bonitas y una de ellas es que está dejando caer muchas máscaras. Estamos aprendiendo muchísimo. Creo que ese tipo de conversaciones con uno mismo mucha gente no las tiene. Llegas a casa, te haces la tortilla y te pones Gran Hermano. No se preguntan por la importancia de la vida, por quién soy yo y si lo estoy haciendo bien o mal. Te preguntas como llegas a fin de mes. La gente que tenemos una vocación de algo relacionada con las artes ya venimos con una tara, filosófica. Porque los daños colaterales, de depresiones, subidas y bajadas, todos los tenemos. Unos más y otros menos. Los lados oscuros de los cómicos son muy oscuros. Me imagino que el ser humano es tan complicado como parece, pero no es una opción quedarse atrapado en una pantalla.
Ese quinqui do que falas, o Koruño, faise viral en 2009, pero ti xa levabas dez anos facendo cousas…
Empecé en 1999 en Casa Hamlet y por primera vez en mi vida descubrí que algo se me daba bien. Entre mis compañeros parece que cuajaba, era relativamente rápido y se me daban bien los personajes. El segundo año que estuve con ellos, Manuel Lourenzo me metió en la compañía profesional de la escuela. Era la primera vez que pasaba con alguien tan novato y fue una manera de reafirmarme. En aquel entonces quería ser Marlon Brando y en realidad era una albóndiga de 1’60 metros pelaos. Me empezó a ir relativamente bien bastante pronto. Tuve un trabajo con la Sinfónica de Galicia con un sueldazo de la hostia para aquella época. Todo eso me fue reafirmando en que aquel era mi camino. Después vino la escuela del Trinque, con Carlos Santi y Pablo Sánchez, con su escuela especializada en comedia, los pioneros del festival Manicómicos. También le debo todo a un grupo de teatro que se llamaba Estragón, que hacía comedia del arte española, como entremeses del Siglo de Oro en verso con personajes arquetípicos y con el que tuve la oportunidad de irme a Avignon a formarme durante varios años con muy buenos profesores. En 2002 hubo un festival de comedia en Laracha y me pidieron que me presentase. Allí estaba un incipiente Rober Bodegas, que ya entonces hablaba de los yogures (risas), y yo llevé una hoja con varios personajes apuntados. Entre ellos el Koruño. Improvisé cuatro personajes, esa noche pasé a la final y acabé ganando el concurso. Improvisando personajes. Básicamente, lo que hago ahora con Touri en Instagram. Después estuve muchos años comiendo mierda, como todos, con muchas subidas y bajadas. En general, mal. Porque además yo siempre he apostado por un humor muy particular, pero es lo que soy, es lo que hay. Fui guionista de cámaras ocultas y muchas otras cosas. Hasta que en 2009, con mi colega Alberto Castaño, grabé el Koruño y el resto es historia. Pero hay un gran camino, con muchas cosas detrás, algunas muy duras, muchas disciplinas, hice cabaret, bufón… y estoy formado como actor dramático. Hay que formarse más allá de tener intuición, emoción y querer expresar. Hay mucha historia detrás que mola que la gente conozca, porque muchos pensaron que yo era un tipo de barrio que tuvo suerte. Y hay más. Muchas horas de dedicación.
Que pasou co Koruño para que todo saltase polos aires e se fixese viral?
Que nadie lo había hecho antes. Nadie vio ese filón. Pero era muy evidente. En la tele se habían hecho parodias de koruños, pero un koruño nunca hablará en galego “ei, neno, vouche contar…”, no. No empatizas porque no es real, porque representa una realidad que no existe. Pero si sale uno de verdad, como hablan ellos “vamos a ver, neno, te voy decir un rollo…”, empatizas porque lo conoces. Es como mi personaje del gañán que no dice absolutamente nada, pero a la gente le gusta porque lo conoce. No puedes hacer una idealización de algo. Esa autenticidad, unida al soporte de YouTube, que acababa de salir, hizo que triunfase. Castaño fue el que estuvo vivo, el que se dio cuenta del filón. Yo, como siempre, escupía y no pensaba en nada. Pero era el momento y aquello ya pintaba que podía ser lo que efectivamente fue. Para mí fue el inicio de la segunda parte de mi carrera. Pasé de ser David a ser el Koruño para todo el mundo. Y lo sigo siendo. Me pareció bien, me pareció mal, quise enterrar el personaje, lo recuperé… ahora estoy en un momento en que lo quiero un montón, llevo toda la vida con él y no me doy tanta importancia, me lo paso muy bien con él y ya me da igual el punto del encasillamiento.
Para esa gente (la de esa cosa del aparentar), La Coruña es una putivuelta gigante
A Coruña é un microcosmos fantástico para inspirarse, con perfís desde o Koruño de Montealto ata o máis “pijo” de 15001…
Sí, sí, tiene una idiosincrasia muy propia y una identidad única. Ya no es una forma de hablar. Es una actitud. Muy atlántica, muy macarra, muy brava. Es muy gracioso y da mucha identidad. Viene del caló y del lenguaje del talego, porque estaban en Montealto y se juntaban allí, y se mezcló con el galego y con la forma de hablar de la ciudad. Todo eso creó lo que es ahora. Yo invito a todo el mundo a que se informe, porque es muy divertido. Antes incluso iba por barrios, cada uno tenía sus palabras. Y después está la gente con esas ínfulas de barrio de Salamanca. Eso también lo tenemos, es muy coruñés y muy burgués. Esa cosa del aparentar. Aquí estábamos recibiendo barcos con gente de fuera en plan “Holaaaaaa…”, con abrigos de pieles y luego no teníamos para comer. Sigue siendo lo del paseo por la Calle Real de La Coruña, cuando hablas de esta gente es La Coruña porque ya te sale así de natural. Para esa gente, La Coruña es una putivuelta gigante. Todo es aparentar, que es de lo que va esta ciudad. Hay una bicefalia brutal. Luego vienen los de Vigo y te dicen “nosotros también”, y tú les dices “a ver, Vigo… todo bien, eh? Pero no os flipéis, que sois cutrillos”. El otro día en Masterchef vi a uno de Coruña y pensé “a ver lo que tarda el pavo”. Nada. El primer día ya estaba “no estoy de acuerdo, yo no lo veo así…” Pero, ¿por qué te tienes que poner así? Es automático, es coruñesismo. Ese rollo tan atlántico.
O resto dos concursantes flipaban, non entendían nada…
(Risas) Es que cuando lo veo en plan “discúlpame Jordi, pero tú tienes tu opinión y yo tengo la mía”. Actitud de aquí. Innegablemente yo tengo una parte de eso y no voy a renegar nunca. Con mis amigos me sigo comunicando así, pero entiendo que la gente de fuera flipe. Ahora la pregunta es: ¿lo entenderían en el resto de España? ¿Comprenderían esos códigos? Probablemente sí, como entendieron el Nen de Castefa. Pero no lo sé.
El éxito se lo come todo, puedes echarte un pedo en escena y te van a aplaudir. El éxito es terriblemente injusto. Te lo dan todo de golpe y pierdes la perspectiva
A pesar diso, de que aquí sabes que si se vai entender, ti prefires actuar fóra da Coruña e de Galicia…
Sí. Y a la gente le parece súper mal. Me las tengo que comer, porque en navidades estuve en el Colón y fue un éxito. Pero no se puede opinar en un momento de éxito. El éxito se lo come todo, puedes echarte un pedo en escena y te van a aplaudir. El éxito es terriblemente injusto. Te lo dan todo de golpe y pierdes la perspectiva. Y cuando decía eso de Galicia es porque la gente compra una imagen de ti, porque la ve en la tele o por lo que sea y luego se dan cuenta de que no eres solo eso. Pero cuando te vas fuera y la gente no te conoce es todo mucho más justo. Te lo tienes que ganar desde cero. No hay una imagen anterior, no vienes lastrado por una expectativa. Fuera siempre me ha ido muy bien. Me gusta actuar en todas partes, que quede claro, ese comentario expresa simplemente que aquí he tenido desencuentros porque la gente espera algo que luego no ve. Me resulta más cómodo cuando me encuentro un folio en blanco.
Cada noite desta cuarentena ti e Touri contaxiades risa e evasión a milleiros de persoas. É como unha volta a aqueles inicios e a ese folio en branco?
Está muy guay, tía, porque hay un punto de hacer las cosas de corazón y no por un fin individualista. En este caso Touri y yo no ganamos nada, más que animarnos el uno al otro y como efecto colateral, un maravilloso efecto colateral, alegrar a mucha más gente. En mi caso yo soy grupo de riesgo y debo estar en mi casa, pero independientemente de eso es una proclama: el dinero no lo es todo, aquí estamos todos para apoyarnos unos a otros. Lo que era una cosa de dos amigos acabó siendo esto, que es lo bonito. Y ahora entra Andrés Suárez y Dani Rovira y el de la moto. Y la gente flipa. Y lo que pase me da igual. Quiero que me dé igual. No sé lo que va a pasar porque nadie lo sabe. Esto nació precisamente ante una situación de incertidumbre sobre el futuro. Es un reencuentro para los dos; nos conocimos hace 20 años haciendo justo esto, improvisando personajes y pasándolo de puta madre. Esto ha sido volver a coincidir en el camino y chocar los cinco. Qué guay, tío, estabas aquí. Y más en este momento en que vemos que podemos ayudar a tanta gente. Aunque suene a folklórica es la verdad. Y decir que no a publicidad también es gustoso. Es hacer las cosas bien. El otro día me dijo mi hermana: “papá os vio y le cambió el humor”. Pues ya está. Solo con conseguir algo así ya merece la pena. Ese corazón, esa cercanía, supongo que la gente lo nota. No es subirse a un púlpito y decir “miradme, soy la putísima polla”, que es de lo que va Instagram normalmente. A mí hay muchas noches que me da por el culo hacerlo, porque no tengo el humor, porque no me apetece, pero mira, show must go on, y para mí también es una medicina hacer los personajes, bajar al fondo del océano e impulsarte para volver a salir arriba. Es un ejercicio de humildad. No hay vanidad.
Los límites muchas veces los tenemos dentro. El temor al daño que crees que vas a hacer y al final no se hace. Ha sido muy revelador para mí. Cuando te abres el pecho, la gente lo aprecia. Del encorsetamiento y de la censura no puede salir nada con brillo
A xente saúdase entre ela dentro do voso chat, coma se estivesen na casa…
Cuando hay luz las libélulas se acercan. La gente que tiene ganas de buena vibra y de comunicarse de una manera linda se acerca a nosotros. Y hay madres y abuelas a las que sus hijas y nietas han metido en Instagram para que puedan vernos y se crea una comunidad muy bonita. Si Touri y yo dijésemos “gracias por estar aquí otra noche y disfrutar con una Estrella Galicia” ya no sería lo mismo. Se está viendo en Instagram, lo rápido que ha entrado el dinero. Donde entra el dinero se joden las cosas. Donde entra la política se joden las cosas. Cuando las cosas son libres y sin censuras, funcionan. Hablar sin putas vallas. Eso soy yo. Lo estamos haciendo y no han saltado las alarmas. Y tú como periodista lo notarás también haciendo estas entrevistas sin límites, ni de temas ni de tiempo ni de espacio. No pasa nada. Los límites muchas veces los tenemos dentro. El temor al daño que crees que vas a hacer y al final no se hace. Ha sido muy revelador para mí. Cuando te abres el pecho, la gente lo aprecia. Del encorsetamiento y de la censura no puede salir nada con brillo.
A túa formación dramática fixo que te atreveses co príncipe Malcom, en Macbeth. Como foi esa experiencia?
Fue impresionante. Hacía muchos años que me apetecía hacer algo así, teatro, en verso, en galego, con ese texto impresionante de Manuel Lourenzo, una adaptación maravillosa, la mejor que hay de Macbeth en galego. Para mí fue genial porque el proceso como actor fue maravilloso: trabajar un personaje, construirlo, entenderlo, el teatro de Shakespeare es la divinización absoluta de los sentimientos, de todo, la tragedia, la venganza, el odio. Fue muy bonito, con unos compañeros de diez, lo disfruté muchísimo. Sí que es verdad que acostumbrado al bullicio de un teatro con 800 personas, actuar ante 20, 30 o 40 espectadores, con una energía tan distinta, es un cambio. Pero te diría que no cambiaría una cosa por la otra. La experiencia ha sido genial y parte del público, que a lo mejor acudía arrastrada por lo que conocía de mí en comedia, me descubrió en otra faceta y se sorprendía: “hostia, sabes hacer esto también”. Pues claro, soy actor. Es por esa tendencia a ver al actor como algo unidireccional cuando en realidad somos poliédricos. O deberíamos serlo, al menos.
E iso que dis que nos teatros grandes a cagas?
Me supera porque la gente sigue unas liturgias un poco extrañas. En teatros grandes muchas personas creen que es una misa, que hay temas de los que cren que no se pueden reír, temas con los que en un bar se descojonan. Me encanta un teatro grande, pero las carcajadas allí no son tan individuales. Son una masa. Por eso me gusta más una sala pequeña. Pero es por romanticismo, está claro que si llenas un teatro es porque te va bien.
Lembras estar actuando, esperando unha reacción e notar no público un cri-cri?
Siempre, todos los días. En el último bolo, sin ir más lejos. Siempre sucede. No me importa equivocarme y hay mucho pánico por parte del cómico a equivocarse. El clown debe aprender a lidiar con ese trabajo. Debe buscar el fracaso como inicio de la comedia. Si vas con una línea y no te funciona, y no vas preparado para lo que venga después, te vas a ir a la mierda. Y a mí me encanta irme a la mierda. Si algo no funciona, lo estamos entendiendo todos: no te hace gracia. No pasa nada por hablar con el público, por escucharlo, comunicarte con él. Y me pasa constantemente porque meto la zoca constantemente y hago chistes que no funcionan o que solo me hacen gracia a mí. Tienes que sacar la mano y agarrarte al bote. Y es lo bonito de la comedia. Detesto a los cómicos que se llevan la línea aprendida. Tiene un trabajo de la hostia. Pero a mí me aburre. El trabajo del cómico es la espontaneidad.
Los dictadores europeos del siglo XX me parecen una gay parade
Será porque cando o que queres é “follar co público” non sempre sae ben, como na propia vida, non?
Como en la vida, claro que sí (risas). Creo que esa fue una metáfora muy correcta porque es así. Es lo que yo intento, follarme al público. Meterme en ellos, en su mente. Hace poco hice un monólogo en el que me metía con los dictadores, diciendo que Franco era un poco un dictador de saldo, a la altura de lo que es el nivel de España. Así como Hitler era la puta hostia, con las SS, la Bauhaus, Mussolini, los italianos, sus rollos, todo de negro, sus fascistas, el otro que había leído a Nietzsche… y llega Franco y todo es Dios y España. Súper cutre. De Ferrol y sin un cojón. Y hacía el símil de que si hubiese muñequitos de ellos, como si fuesen Madelman o los He-man, la gente compraría el Hitler que hacía su jabón con judíos, el Mussolini con sus movidas y sus trajes negros y sus gorros, y Franco sería el que está de saldo, a 3,95€ porque nadie lo querría y habría un montón de Francos sin vender. Hasta nuestra dictadura es de coña. Ahora contigo estoy reduciendo el discurso, pero cuando está en un contexto bien desarrollado y llegas al momento de decir “Hitler era la puta hostia” y ves que la peña se ríe y lo entiende… es un gol. Que lo entienda como comedia, que nadie concluya “Perdomo es un puto antisemita” o “Perdomo dijo que Hitler molaba” es lo bonito, llegar a ese punto de experimentación con el público. En un mundo de titular, de quedarse con lo ridículo, lo que pretendo es reírme de todo. Ya no solo de Franco, sino de todos los dictadores que hubo en Europa en el siglo XX, que me parece la cosa más gay del mundo. Ellos no lo sabían, pero es una gay parade, sus looks, sus formas, todo es súper gay, eran grandes divas enfadadas “maricón, maricón, maricón”; así es como veo yo a los dictadores. No estoy ofendiendo a ningún colectivo, nos podemos reír de todo, pero con gusto, con un contexto y dentro de un juego. No puedes salir al escenario y decir “Hitler mola”. Yo no quiero provocar nada, quiero simplificar. Igual cuando era joven era más provocador. Ahora lo que quiero es simplificar al máximo. ¿Pero cómo voy a ser nazi? Es reírse. “Es que murieron judíos”. Eso es demagogia, nadie se está riendo de los judíos. Si yo digo que los dictadores me parecen un desfile del orgullo gay es porque es así. Esos uniformes, esos gestos, esa actitud, los galones, todo tan manierista, es gay y gracioso. Diciendo gay de la manera más positiva. Lo que hago es romper esa puta barrera. Pero hay un trabajo previo, que es lo que vienes construyendo durante todo el show. Yo he visto cómicos darse hostias en líneas más fáciles que ésta por ir muy rápido a provocar. Hacer algo incómodo. Y esto no va de crear nada incómodo. Va de reírse.








Ata hai pouco viámoste tamén todos os xoves no Land Rober, outra mina de personaxes…
Land Rober tiene ese humor fresco, ya sabes que allí es todo como andar por casa. La gente que viene de fuera alucina. No deja de ser estar jugando, estar jugando en la tele. A Land Rober le debo mucho, aprendí a hacer televisión, televisión en directo. Es un gran show de la televisión, con hordas de gente bramando y tú sales ahí como a un circo romano. Tiene mucho de gratificante y de loco. Seguramente yo no soy el que más le gusta al target de TVG, por mi sentido del humor, por mi gallego horrible. En el humor somos muy costumbristas y algo conservadores, puede que necesitemos más. Los cómicos aquí tienen una vida muy larga y eso es una maravilla. En pocas comunidades hay un programa de tanto éxito durante tantos años. En Land Rober la gente ve unha faceta de mí, que no es la única. Es un trabajo del que estoy muy orgulloso, como todo lo que hago.
En Land Rober tiveches o gran susto da túa vida: unha anxina de peito. Pensaban que era un infarto, ti vestido de Spiderman… Dime a verdade, que che daba máis pánico nese momento: morrer ou morrer vestido así?
Morrer vestido así. Es real. Si hay algo que no podemos controlar es el momento en que vamos a morir. Yo no sabía si me iba a morir, lo único que sabía es que algo grave estaba ocurriendo, que pensaban que estaba infartando y que yo estaba vestido de Spiderman. No puedes controlar si vas a estar presentable en el momento de tu muerte. Y a mí no me interesaba palmar con esa pinta, era como una última broma demasiado ridícula. Sí que me jodía el hecho de palmar con un traje cutre de los chinos. Y llegué a grandes conclusiones en ese trance, como lo ridículos que somos: que en ese momento lo que más te preocupe sea palmar vestido con un disfraz. Lo que aprendí fue a desdivinizar las cosas, la gente le pone un halo de divinidad a todo lo que hace que me toca muchísimo las pelotas. Eso no existe. Nadie está tocado por la mano de Dios. Esto es currar y tener un objetivo y tener esperanza y fe y creer en uno mismo y dar mucho amor. Es lo único. Esto es un suspiro. Cuando la doctora me dio el papel a firmar estaba convencido de que me moría, supongo que lo piensa todo el mundo ante una operación de esa envergadura. Yo me quedo aquí, esto ya está. Y agradecido, además: tengo 35 años, he vivido bien, he sacado un personaje que ha tenido éxito. Me voy. Hay un punto de aceptación muy triste, pero no da tanto miedo. Tenemos mecanismos, venimos preparados para marcharnos. Me puse mi lista de música y, aunque suene algo macabro, hubo incluso algo de paz. Y después, qué guay, lo superé y aquí estoy, vivito y coleando y mejor que nunca. Muchas cosas te quedan grabadas a fuego. Te sales del renglón y vuelves mucho más rápido que antes, vuelves enseguida al perdón, a no juzgar, a darte cuenta de que nada tiene tanta gravedad, de que nada es tan importante. Me vino bien darme cuenta de todo eso con 35 años. Si no me hubiese pasado, probablemente ya estaría muerto.
Si antes ya era tajante, ahora soy incluso menos dubitativo, soy un caballo desbocado, un caballo de guerra, me da igual que seas amigo, enemigo, no me importa. Yo voy hacia aquí. El objetivo es ser feliz
Cambiouche a vida?
Radicalmente. He vuelto a cometer errores, muchísimos. Fumo, que es lo primero que no debería hacer, pero me cuido, hago ejercicio, me encuentro bien, me siento bien de mente, feliz, voy día a día, me levanto y digo “estoy de puta madre”. Pero, sobre todo, me cambió en que si antes ya era tajante, ahora soy incluso menos dubitativo, soy un caballo desbocado, un caballo de guerra, me da igual que seas amigo, enemigo, no me importa. Yo voy hacia aquí. El objetivo es ser feliz. Y la felicidad es lo que hablábamos antes, sentir que estás interpretando el papel que te corresponde en la vida. En ese sentido estoy muy tranquilo, muy a gusto conmigo mismo. Es lo único que quiero, no le pido más a la vida. Si mañana viene Netflix, genial, pero no tengo tiempo de preocuparme por eso. Vamos a estar aquí ahora. Prefiero ver qué va trayendo la marea.
Si algo nos está enseñando esto es que estamos en algo nuevo. Existe un mundo nuevo, que es a partir de ahora. Si no lo quieres ver, no lo verás, pero ya caerás de la burra. Tardarás dos, tres meses. Todo ha cambiado. La gente ya ha visto por encima del muro. Antes veía un muro, pero ahora se ha asomado por encima de ese muro y quiere lo que ha visto del otro lado
Parte desas reflexións son as que plasmaches no “En Crudo”, non?
Sí, me dio la venada de ir descalzo. Una cosa muy punky, con pantalón corto, camiseta de deporte. Menos cabaretero, casi no hacía ningún personaje. Y empecé a depurar un estilo que ahora ya tengo interiorizado, pero que nació ahí, de esa experiencia tan fuerte. Las primeras veces que lo contaba la gente no sabía si reír o no y me pareció muy interesante, era adonde quería llegar como cómico, ese tipo de experimentación. Puedes llegar a convencer a la gente de que le hacen gracia cosas que en un principio pensaban que no. Tocar ese tipo de lugares, de sitios, fue muy revelador. Hay que llegar a la conclusión de que no somos tan importantes. Somos una mierda. En el universo somos la grandísima mierda. Dentro de Galicia somos una mierda cualquiera de nosotros. Dentro de España, la grandísima mierda. Del mundo, la putisísima mierda. Del cosmos y de los años luz, imagínate. Esto que acaba de salir de Jon Kortajarena protestando porque se retrasaba el pedido de Glovo ha sido dantesco. Extremadamente grave. Pavo, estás fuerísima del mundo. Por la actitud, qué vanidad, que fuera estás. Su peor condena es ser él mismo, creer que el mundo es así. Llega al paroxismo, da hasta grima. Ya esta situación es de ciencia ficción y personas así son como elementos de una película. La gente está en un punto en que el mundo antiguo se está apoderando de ellos. Y no. Si algo nos está enseñando esto es que estamos en algo nuevo. Existe un mundo nuevo, que es a partir de ahora. Si no lo quieres ver, no lo verás, pero ya caerás de la burra. Tardarás dos, tres meses. Todo ha cambiado. La gente ya ha visto por encima del muro. Antes veía un muro, pero ahora se ha asomado por encima de ese muro y quiere lo que ha visto del otro lado. Quiere esa autenticidad, la gente que se lo ha currado bien, quiero pensar que la gente valorará debidamente la sanidad de una puta vez. Y digo que quiero pensar, porque el individuo es profundamente imbécil y necio, lo vemos en estos políticos a diario. No doy abasto, procuro no escucharlos. Entiendo que muchos lo están pasando mal, les ha tocado estar ahí y hay ineptos de libro. Pero también somos muy humanos y cuando nos juntamos, molamos. La gente lo ha visto. Ha visto lo que está haciendo el mundo de la cultura, el mundo de la información. Gente que está dando, nos estamos cuidando entre nosotros. Y hay otros que no nos están cuidando.



Esta situación debería dar para moita reflexión, para moito adestramento persoal, individual. Vense moitos vídeos de xente adestrando o corpo. Cres que tamén se están adestrando as mentes?
Es la teoría de que todo se está transformando en 1984, eso es algo que todos estamos viendo. Somos como los ratones en la rueda, una metáfora que se ha usado siempre y que ahora se nota especialmente. Tenemos que quemar, quemar, quemar para no tener que pensar. Lo entiendo porque todos lo necesitamos de vez en cuando. Pero recordemos a los monjes de clausura, a los filósofos griegos, todos ellos se retiraban para evitar las distracciones que les impedían pensar. Se recluían para llegar a conclusiones. En este mundo con tanta información, donde lo tenemos todo en una pantalla, ¡todo!, la Inquisición, las cruzadas, los sumerios, todo lo que queramos, y lo usamos como un espejo negro donde nos reflejamos solo nosotros. La vanidad. Y reconozco que yo soy el primero que lo utiliza. Ahora ya hay gente cansada de los móviles en el confinamiento. Se han saturado. Creo que los valores se han invertido. Lo que los mayas anunciaban para 2012 viene ahora. Vamos a volver a lo básico. El que lo entienda. El que quiera seguir viviendo en el mundo antiguo, que lo haga. Pero yo creo que esto va a reventar. Ahora mismo es el momento de poner el corazón. Y esto lo digo desde una relativa comodidad económica desde la que entiendo que es muy fácil hablar. Hay gente que está muy jodida y todos lo vamos a pasar mal. Todos. Y precisamente por eso el mercantilismo y los modos antiguos de actuar ya no valen. Aquí el que va a ganar es que el que sea más humano.
Cres que isto nos vai facer distintos, que nos vai transformar?
Sí, a lo mejor no lo vemos de una manera rápida, o puede que no sea muy evidente. Pero nos va a transformar. Mucha gente puede que se ría, que no lo vea, que lo tome a broma, sobre todo por miedo. El miedo lo mueve todo. Y el miedo está inoculado. Le hemos visto las orejas al lobo. Podemos fingir que no ha pasado nada, que es muy típico del ser humano, por ese miedo que tenemos a mirarnos a nosotros mismos. Pero el crecimiento está ahí. Dejemos de quejarnos. La mayoría estamos confinados en una casa con agua caliente, con televisión, con Netflix, con una cama de puta madre, con servicio a domicilio de lo que queramos. Somos Pablo Escobar en el talego cuando le traían marisco. Hay que tener paciencia y aprovechar para mirar para uno mismo, no frustrarte pensando en lo de antes. Lo de antes ya no vale. Ese es el código. “Es que yo quería…”, ya, y yo quería medir 1,80 y tener el pelo rubio y los ojos azules. Pero no se puede, compadre. Ya no vale lo que hacíamos antes, ahora es este el juego y quiero pensar que la gente lo va a entender.
Pasas da política, non votas, non cres neste sistema. En que sistema crerías?
En política soy un liberto. No voto desde hace tiempo, cosa que es políticamente incorrecto, pero no creo en el sistema tal y como está establecido y por eso intento ser consecuente. Fui votante de la izquierda durante años, del Partido Comunista, todo el mundo cuando es joven tiene ideales. Y sigo creyendo que el progreso es lo más importante y que el ser humano tiene que avanzar. Generalmente somos un folio salpicado de muchas cosas. Mal asunto el que solo tiene una franja de un solo color en su folio. La gente es muchas cosas salpicadas y muy raras. Como los grandes pensadores políticos, que podían mezclar muchos conceptos. Incluso en los momentos en los que yo creía tenerlo más claro no pintaba solo de un color. Creo que esto es algo que está construido por hombres, algo que llevamos décadas repitiendo; cuando veo jurar por la Constitución, cuando veo señores vestidos de sota, me parece todo tan antiguo. Perdí la ilusión hace muchos años, ningún partido me representa, creo que el ser humano con el poder se corrompe, lo que empieza siendo buenas promesas acaban siendo mentiras. Dime la verdad, sin fisuras. Dime lo que hay. Mucha gente dirá entonces que quiero a Vox. No, no, no, no confundamos. España es tan bipolar para esas historias… Yo me doy cuenta de que lo estoy haciendo bien porque no les gusto a los de un lado ni a los de otro.

Por que tes a sensación de que lles caes mal a todos?
Porque evidencio las carencias, yo no me caso con nadie. Si Pedro Sánchez lo hace mal, lo voy a decir. Si Santiago Abascal lo hace mal, lo voy a decir. Y si María Santísima lo hace mal, también lo voy a decir. Si alguien se quiere reír de los putos enanos chulitos con tatuajes me parece maravilloso, porque yo creo en un mundo con absoluta libertad. Mientras no vengas a mi casa a escupirme, me parecen bien la gracia y el cachondeo porque todos lo hacemos. Pero la gente no lo lleva tan bien. Porque sus cimientos se tambalean. La gente tan sectaria no tiene los cimientos bien colocados. Es como una casa con grandes ornamentos que en la base está apoyada en tablas. Das cuatro patadas y se caen abajo. Y yo no me corto en lo que digo ni en lo que opino. También es verdad que a la gente que le gusto le gusto de verdad. La gente radical no aporta nada, es una ovejita más.
No creo que seamos todos iguales. Creo que hay mujeres y hombres que marcan la diferencia. Hay que rezar a los dioses para que el gobernante que te toque a ti sea de los buenos y no una oveja
É un mundo no que Donald Trump chega a presidente e recoméndalle á xente inxectarse desinfectante…
Y la gente lo hace. Me parece que es justo y me parece que está bien. Cada sociedad tiene los gobernantes que se merece. Estados Unidos es un país que amo profundamente, pero es un país que se merece eso. Es un producto puro del miedo. Salió el coronavirus y se dispararon las ventas de armas. ¿Pero qué pensais, putos locos? Es muy loco todo. Un país tan loco merece una estrella del rock&roll como Donald Trump. Es un golem, creo que no existe. Es demasiado heavy, es un personaje pop, su aspecto, lo que dice, sus gestos. Me parece más peligroso Bolsonaro, mucho más dañino. Latinoamérica tiene sociedades mucho más debilitadas. Creo que puede hacer mucho más daño. Ahonda en algo que pienso, donde yo me caí del guindo: no creo que seamos todos iguales. Creo que hay mujeres y hombres que marcan la diferencia. Hay que rezar a los dioses para que el gobernante que te toque a ti sea de los buenos, y no una oveja. Tenemos esa aversión al ganador, si eres el perdedor eres mejor. Tampoco creo en esa visión liberal de que el esfuerzo lo es todo. Creo que o naces con ello o no. Hay que rogar porque te toque alguien que valga y no un Donald Trump o un Franco, o un Mussolini o un Lenin. El mundo se juega en jugadas individuales. Siempre ha sido una mujer o un hombre el que ha hecho el click.

Gústache despistar e trollear. Non te mollas ata o punto de definirte con termos tan antagónicos como anarquista e capitalista?
Lo dije de coña. Creo que todo el mundo cuando empieza a ganar pasta se vuelve algo burgués. Aunque sea en lo más mínimo. Yo tengo una colección de perfumes, me encantan, pero no me culpabilizo. Porque paso de etiquetas. Hay que ser consciente de lo que uno hace, pero que eso no te limite. Lo de anarquista y capitalista aún me lo siguen echando en cara, porque la gente pensó que lo decía en serio. Lo digo en uno de mis monólogos: me encantaría entrar en el Parlamento de Galicia, romper a hostias todo, pegarle fuego a todo, y cuando vinieran a detenerme decir: parad ahí, tengo guita para pagarlo (risas). Me refiero a eso, no os lo toméis tan en serio. Deberían aplicárselo los políticos, siempre rodeados de esa divinidad. Como decía el gato de Cheshire en Alicia “la vida es demasiado corta para tomarla tan en serio”. No me gustan los panfletos, me gustan los individuos. De la misma manera que no me gustan las masas, me gustan las personas. No me gustan las siglas ni las definiciones ni las etiquetas. Yo me bajo del carro. Los políticos me han perdido hace tiempo. No voto deliberadamente, no es que me quede en cama. Es que no quiero ir. Es mi manera de ser antisistema. Abandoné la política.
Non é por iso polo que non usas o teu primeiro apelido, non?
Nooo, no, no (risas). Cuidado, podría ser (risas). Es porque mi madre murió en 2005 y cambié mi nombre artístico para llevar su apellido. Y porque David Perdomo suena mucho mejor. Más exótico. No tiene nada que ver con Lendoiro, aunque también tiene tela.
Ese foi outro episodio que te marcou e que te levou a grandes reflexións?
Buf… y más a mi hermana, que solo tenía 15 años. No sé. Pocas veces he hablado de mi madre en público. Fue un aprendizaje brutal. Como muchos de la vida. El mayor aprendizaje que me dio mi madre es que no somos víctimas. Siempre lo decía. Odio a la gente que se queja, que cree que la vida le está haciendo putadas. Te tocó esto y hay que llevarlo lo mejor que se pueda. Es inevitable que tengas períodos de furia o de frustración. Pero esto es lo que hay. No soporto esas personas que ha sufrido sucesos y lo usan constantemente para justificar sus actos: “es que tú no sabes que a mí…”. ¿A ti qué? ¿A ti qué? Mira ése, siempre va a haber uno que esté mucho más jodido que tú. Y que se esté riendo. No me vale. Y es lo que me apliqué. ¿Qué te voy a decir, que es lo más heavy que me pasó en la vida y que me partió el corazón? Por supuesto. Pero estuvo muy bien construido por parte de mi madre y de mi padre, mi hermana y yo mismo. Fue una enfermedad larga y eso, por suerte o por desgracia, te da la oportunidad de despedirte de una manera propicia. El humor estuvo presente hasta el final. Llevábamos mucho tiempo sufriendo esa agonía y viviendo esa muerte porque ya la sabíamos y recuerdo cosas en el tanatorio, de gente llorando que ni conocíamos y casi nos reíamos del ridículo. Fue muy duro, pero estuvo bien hecho. No me ha quedado nada dentro. Tanto mi hermana como yo pudimos despedirnos de nuestra madre. Somos seres armoniosos, que pensamos en ella, nos acordamos de ella a diario y nos reímos. No hay trauma. No hay nada oscuro, solo luz, que es lo que era mi madre. Luz. No me gusta mucho recordar esa última fase, ya no era mi madre. Fue una despedida en un momento de guerra, fue pelear, salir de la trinchera y pelear en el barro y ver cosas muy feas. Y murió luchando, como todos, supongo. Otro gran aprendizaje que te coloca en un lugar que no esperas con 25 años. Los que tengan madre deberían cuidarla. Os lo digo yo.
Un anacoreta e antisocial coma ti, como leva este nivel de sobreexposición?
Siempre aplico la educación, me han educado así, en valores, procuro tratar bien a la gente. Hablo con todo el mundo, atiendo a todo el mundo. No me ha gustado nunca salir de noche, aunque lo parezca, pero ahora menos. Hay mucho pesado que piensa que eres un mono de feria y eso me molesta. Pero no me convierte en especial no querer aguantar gilipollas. Supongo que eso le pasa a todo el mundo. Es la parte de mi curro que menos me gusta. Como no me gusta mi propio gremio. No me gustan las premieres, ni los photocalls, ni tener que sonreír a nadie que no me importa, porque sé perfectamente que en esta industria importas cuando das dinero. Y quiero que esto conste.
A mí que me hagan creer que valgo algo cuando de lo que hablamos es de dinero. Me dan ganas de decir “venga, ahórrate la mamada y dame mi parte”
Constará.
A mí que me hagan creer que valgo algo cuando de lo que hablamos es de dinero. Me dan ganas de decir “venga, ahórrate la mamada y dame mi parte”. No soporto nuestro gremio, no me gusta el papel couché, que los papeles y las series se curren más en las fiestas que en las tablas, que es donde se tiene que hacer. No lo soporto porque va en detrimento del talento. Procuro no asistir y, si voy, procuro estar lo mínimo posible porque no estoy cómodo.
Dúas das preguntas máis terribles nunha entrevista de traballo: cal é o teu peor defecto e onde te ves dentro de dez anos?
Mi peor defecto es el pronto que tengo, sin lugar a dudas. Tengo mucha mala hostia y no filtro muchas veces. Es mi gran defecto. También es cierto que me arrepiento muy pronto, pero es infernal. Y lo diría en cualquier entrevista de trabajo. Como díría que soy un buen líder, considero que sé mandar y empatizo con la gente. Creo que soy buena persona y que todo lo hago de corazón. Dentro de diez años me gustaría estar en una casa de madera, con caballos, tener niños, con mi mujer, mi perro, mis gatos y simplemente estar allí sin que me toquen las pelotas. Y ya está. Aprender a cortar leña y olvidarme. Estoy en un punto de que me apetece familia. El resto son aditamentos de la vida. Hace diez años te hubiera dicho otra cosa. Lo único que quiero ahora es tranquilidad.
Ás veces, todo debería ser máis doado… Hoxe a miña filla maior preguntoume “que fas”?; eu contesteille, “traballar, e ti?”, e ela respondeu “vivir”. Así de fácil…
¡Qué guay! Esa es la gran reflexión. Es vivir. Cuando le preguntaron a Mathew McConaughey quién era su héroe, él contestó “yo mismo, dentro de diez años”. Me gustaría aplicar esa frase para mí. ¿Quién te gustaría ser? Pues yo. Tranquilo. Una vida tranquila, incluso burguesa. Poder tener criaturas. Nunca había tenido esa llamada. Y ahora la tengo. Será la edad, los sentimientos, pero estoy en una etapa de mi vida en la que no me gusta la imagen de eterno adolescente. Porque no lo he sido nunca, siempre he sido un señor mayor. Por actitud, por pensamiento. Y ya no tengo que fingir. No me toca a mí ser el rebelde, nunca lo he sido. Por eso no te digo que quiero estar llenando estadios. Porque a lo mejor estoy tallando madera y soy el tipo más feliz del mundo. Quiero seguir vivo. Y teniendo salud. Mira qué taleguero y qué señor mayor (risas). Así te lo digo, tener salud y mis dineriños, mis cuartiños, mis filliños con mi mujerciña, mis animaliños y ya está. Y ya está. No pido nada más. Y mis teatros de vez en cuando.
Que te cabrea?
Me cabrea la arrogancia, que la gente sea zote, que tenga un color determinado y no salga de ahí, que no se cuestione las cosas. Me cabrea la necedad, que la gente no quiera entender. Que la gente juzgue, me lo hicieron mucho en el colegio y es algo tan aristócrata… Cada uno es como es y hay que aceptarlo así. Llevo muy mal la ignorancia y la necedad porque de ahí nace lo peor, la falta de empatía. Me supera.
David, somos tribo?
Sí, somos tribu, pero estamos demasiado adormecidos todavía. Pero por supuesto que somos tribu y lo estamos notando. Las palmas de las ocho, los aplausos… son una representación tribal. Las músicas, todos necesitamos sentirnos parte de la tribu. Pero estamos como las tribus de África o de Australia, que cuando llegaban los exploradores y les daban alcohol se ponían borrachos. Nosotros igual, estamos adormecidos, vivimos en estas colmenas gigantes y nos olvidamos de la necesidad que tenemos unos de los otros y de lo poco que necesitamos las cosas del exterior. Nos hemos apartado de ese ADN y nos va a costar recuperarlo. Pero todos somos lo mismo porque venimos de la misma caverna.
DAVID PERDOMO, en poucas palabras
- Con quen che gustaría ir de cañas ou saír de copas? Con Nikola Tesla, si supiera hablar con él. Para reivindicarlo. Lo inventó todo y es un gran puteado de la historia. Dame una libretita y vete dándome notas, porque tú te guardaste cosas fijo.
- Unha data especial para ti. El 15. Lo tengo tatuado por dos motivos. El 15 de febrero de 2015 fue el día en el que salí vivo de la operación. Y, curiosamente, mi madre murió justo diez años antes, en 2005. Es una especie de victoria para los dos, a nivel poético. Yo volví a nacer y ella se despidió de nosotros.
- A túa comida e bebida preferidas. Tallarines al pesto y piña colada.
- A túa película preferida. Drácula, de Coppola.
- Unha serie… No voy a ser nada original: Juego de tronos.
- Un libro que te marcou. La conjura de los necios, de John Kennedy Toole; el personaje de Ignatius Reilly me dio mucho juego para construir personajes míos.
- Unha canción… I walk the line, de Johnny Cash.
- Un grupo/cantante. Uno que me tiene loco a día de hoy, un sueco, Jonathan Hultén.
- Se non foses actor serías… Cantante de mi grupo
- Un recuncho de Galicia para perderte. Es que Galicia es la pana. Mis sitios favoritos son las Fragas do Eume y el Mosteiro de Caaveiro. Y San Andrés de Teixido.
- A túa persoa favorita? Mi hermana.
- De que persoeiro famoso es moi fan? De un grupo muy variopinto de personas. De Arturo Pérez-Reverte, algo que la gente lleva fatal, pero lo leo desde pequeño y, aunque no siempre estoy de acuerdo con lo que dice, hace lo que le sale de los cojones y eso me mola. Y por haber sido reportero de guerra. Me gusta como escribe y que se la sude todo. La peña me dice que soy un facha, justo la gente que no lo ha leído nunca. Y no le quiero gustar a los fans de Vox, que nadie se confunda. Que se vayan a la mierda.
- A túa peor manía. Tengo bastantes: no paso por debajo de los andamios, soy muy supersticioso; si veo a un cura por detrás me toco la cabeza tres veces… tengo varias movidas de TOC, de taradito. Tuve lo de abrir y cerrar la puerta tres veces, también lo de no pisar las rayas del suelo, pero lo quité. En la convivencia siempre tuve una aversión especial a la gente que traga el café haciendo ruido por la mañana. Me pone de muy mala hostia. Irracional.
- Se arde a túa casa, sen contar as persoas, que salvarías? El perro y mis gatos, pero directamente, el resto que arda. Los recuerdos están en la cabeza. Los bichiños, sin duda.
- Unha viaxe por facer. Me gustaría ir a Indonesia y a la ruta de Drácula de Rumanía.
- Que ou a quen levarías a unha illa deserta? ¿Puedo ir solo? Pues solo.
- Un vicio. El tabaco y el café.
- Un pecado/delito confesable. Soy un poquito soberbio, un poquito chulito. Pero no soy un tío de dobles caras, no tengo nada que ocultar. No soy de máscaras. Todo lo que puedo decir confesable o no confesable es lo mismo: tengo mal carácter y a veces soy soberbio. Pero no hablo a la espalda de nadie, no estoy cómodo con eso. He contado alguna mentirijilla para salvar el culo, pero necesito ser honesto para estar bien.
- Un soño ou pesadelo recorrente. Que me caigo. Me despierto sobresaltado.
- Un sentimento. La melancolía. Soy muy melancólico, esto de cualquier tiempo pasado fue mejor. Soy muy llorón, me emociono fácil, aunque no lo parezca. Pero me parece un sentimiento bonito, no oscuro. Me quedo con él porque me reconforta y me ayuda a escribir.
- Unha palabra en galego… Afouteza, aunque está muy vista, pero es perfecta.
- Praia ou montaña. Tengo muchas ganas de surfear, pero me siento mejor en el bosque. La playa ya la asocio al surf. Ya no veo el atardecer, solo veo y analizo las olas. El bosque tiene algo de mágico.
- Un lugar para vivir. Coruña.
- Un desexo. Tener un programa propio de comedia.
Reflexións de DAVID PERDOMO sobre…
Feminismo
Creo que no me toca opinar, pero si me preguntas, digo que no une, aparta. Hay odios por ambos lados, ya es una guerra. Decir que eres feminista ya es algo absurdo. Todo el mundo normal es feminista. Y queda mucho por hacer. Pero creo que se ha llevado a lugares que es como lo de ser rojo y ser facha, ya se ha polarizado, como pasa siempre en este país. Yo no me puedo meter en la piel de ninguna muchacha que haya tenido miedo al volver sola a casa de noche. Entendiendo el miedo que pueda tener. Yo puedo empatizar con ella, pero detrás del miedo vienen cosas que no controlamos nosotros, como la furia o la ira. José María Calleja, que acaba de morir, dijo “hay que mantener siempre la dignidad dos escalones por encima del miedo”. Si actúas desde el miedo o el rencor, nada funciona. Dicho esto, feminismo es una palabra que representa un ideal de igualdad precioso y debería estar interiorizado ya desde hace tiempo que todos somos iguales.
Inmigración
Es que, ¿qué pasa? ¿Que alguien llegó un día con una bandera y dijo “esto es mío porque tengo una puta tela?” Ni siquiera creo en la inmigración como tal. El mundo no es de nadie y el mundo siempre fue así. Nos olvidamos de cómo era España hace unos siglos, una España musulmana. Es hasta algo histórico. Si hablamos en concreto de España, ni siquiera sería inmigración. Es gente que vuelve a casa por el Ramadán. No creo en la inmigración, entiendo que hay gente que huye porque tiene miedo y crea incomodidad en países cómodos. Porque a ti te ponen cinco inmigrantes en el piso de arriba, no tienen que comer, ves movimientos de gente subiendo y bajando y hay movida y a ti te va a resultar incómodo, porque estás viendo tu puta teleserie en Telecinco y comiendo de puta madre. Claro que te va a molestar, no vas a empatizar. Vienen a tu zona de confort. Y en las políticas, de un lado y de otro, si está en medio el hombre blanco, europeo, nunca empatizará. Lo siento. Siempre va a haber condescendencia y superioridad. De hombre blanco. Mira que tontería voy a decir: no existe la inmigración. Es gente que huye porque la están jodiendo. Me da igual la causa. Esa gente no viene por gusto.
Política / Políticos
Me parece un oficio antiguo, como de ratero, que no debería existir. Gente con corbata, que dice mentiras que suenan bien. Engañaviejas, que le dicen a tu abuela algo que parece que sí, pero no están diciendo nada. Grandes conversadores, la dialéctica la controlan muy bien, pero no me interesan más allá de reírme, de pillarle los gazapos. Son como los trileros y lo que me mola es verles la bolita. Te pillé. Es como una cosa tácita, que sabemos que nos están intentando engañar y ellos saben que sabemos y seguimos así. Todos sabemos que hay un interés, muy pocos hay con un corazón de verdad.
Monarquía
Me parece otra cosa súper antigua. Muy rancia. Pero es peña muy bien entrenada para estar ahí. Creo que es algo ridículo que alguien, por nacimiento, sea distinto de los demás. Ahora, si hablamos de la utilidad, tienes un pavo preparado, que habla nosecuantos idiomas, que sabe estar, guapo, alto, tío, mandad a este pavo, que lo hace guay, y que se presente a la República. Lo han criado para eso. Creo que es interesante que la gente esté formada para lo que hace. Y esta peña está formada. A día de hoy, creo que una república federal sería mucho mejor que una monarquía parlamentaria como tenemos. Pero tener un tipo que lo has tallado a fuego para un cometido es útil. Nos chirrían los títulos nobiliarios, los privilegios, que se folle a las cortesanas como hizo toda su familia. Pero esa figura puede ser útil, de otra manera. Y no se desperdiciaría toda esa formación.
Cambio climático
Creo que el ser humano se ha creído siempre muy importante. Nos preocupa el cambio climático porque nos afecta a nosotros, porque nos daña. La Tierra estuvo millones de años sin nosotros y se va a librar de nosotros como si fuésemos una capa de ladillas. Va a hacer así, brrrmm, terremoto, y todos a la mierda. Y el plástico para dentro de muchos millones de años cuando esto lo habiten otros seres. Vivimos en algo que es infinitamente más grande que nosotros, nosotros solo somos una plaga y nos acabaremos extinguiendo. Creo profundamente en el cambio climático, entiendo que el daño que le estamos haciendo a la Tierra es grave, pero también creo que la Tierra es infinitamente más poderosa que todo el mal que nosotros le podamos hacer. Se está demostrando en esta pandemia. Un mes sin ir a la calle y los jabalís están en las ciudades. La pachamama es mucho más poderosa que nosotros. Si creo en algún dios es en la naturaleza. He sido un pagano toda mi vida, creo profundamente en la naturaleza y en la única madre. Nosotros somos solo unos flipados que creemos que estamos en el centro del meollo. El cambio climático nos preocupa solo porque tememos morir y que vengan tsunamis. Todos esos discursos acaban en “porque nuestros hijos…”. ¿Te preocupa tu hijo? Tu hijo morirá dentro de 60, 70 u 80 años. ¿Y la Tierra? ¿Cómo va a estar la Tierra entonces? ¿Y el hijo de tu hijo? Siempre es una repercusión en el ser humano. Si no, no importaría. Defiendo cualquier acción ecologista porque me parece justa, bonita y reconfortante. Y beneficia. Pero siempre es un impacto egoísta hacia el ser humano lo que lo provoca y eso inhabilita el principio activo de la propia acción.
Aborto
Evidentemente, libertad para la mujer y no tengo nada que decir porque no voy a ser madre. No me corresponde decidir. Me parece que es un trance demasiado heavy que ninguna mujer quiere pasar. No creo que sea algo agradable. Creo en la libertad del individuo. Pero también creo que la conciencia de lo que estás haciendo debería ser importante. Que puedas hacer uso de la libertad no quiere decir que todo sea laxo y que debas tomar la píldora del día después como si fuesen gominolas.
Eutanasia
Yo no soy cristiano, pero sí creo en mis cosas. Y no creo que nos corresponda a nosotros decidir cuándo llegamos y cuándo nos vamos. Es mi convencimiento. Pero una vez más, no soy yo quien está en una cama sin poder moverme. Si le digo a alguien en esa situación que la vida puede ser maravillosa seguramente me diga “vete a la mierda, compadre”. Con razón. Otra vez, libertad. No estoy a favor de que la gente muera, pero sí de que exista libertad para que cada cual haga lo que le haga sentir mejor, si no molesta al prójimo.
Redes sociais
Son muy útiles y muy inútiles. Siempre proyectan una imagen que no es real. Es una forma de relacionarse no real. Es tener que estar siempre disponible, tener que mostrar tu vida. Es muy útil para comunicarte, pero hay que tener cuidado. Que todo el mundo tenga acceso a uno es peligroso. Es algo para entretenerse y no volverse loco. Claro que me mola subir de seguidores, pero hay que usarlas con cierto tiento. Esto no es el mundo real. Son las redes sociales, donde la gente juega a ser pero no es. Hay que guardar una distancia prudencial, es una ventaja de puta madre si las sabes utilizar, pero puede afectar a tus relaciones de familia, de pareja y sociales. Y a ti mismo.